En la Federación Madrileña de Espeleología no somos un grupo purista en cuanto a la ecología. Es decir, sabemos y asumimos que cualquier actividad que realicemos en la naturaleza va a suponer un impacto en el entorno. Y no puede ser de otra manera, pues somos seres en relación, también, con el medio. Simplemente dormir en cualquier sitio obliga a muchos animales a cambiar sus hábitos. Colocar un spit, daña la pared de una cavidad. Y respirar, aumenta el nivel de CO2, todo esto es absolutamente inevitable, y renunciar a ello supondría tenernos que quedar en casa, encerrados, y aún así seguiríamos impactando el medio ambiente.

Ahora bien, que queramos o no impactemos sobre el entorno, no quiere decir que no podamos hacerlo intentando minimizar al máximo la negatividad de sus consecuencias. Si bien es cierto que no podemos evitar modificar lo que nos rodea, podemos plantearnos que es preciso reducir todo lo que podamos las consecuencias desfavorables, de manera que nuestra relación con la naturaleza, si bien la condiciona, no se convierta en una agresión.

Creemos que nadie es tan estúpido como para plantearse formalmente que hay que destruir el entorno natural. Por lo menos, así formulado, sólo quien tenga serios problemas psicológicos. Pero a la hora de la verdad, el desconocimiento de las consecuencias de lo que hacemos nos lleva a relajarnos en nuestras exigencias ecológicas pensando que… “tampoco será para tanto”.

Por eso queremos presentar en este espacio no sólo las conductas que hay que tener, sino las razones del por qué tenerlas. Quizás, si todos supiésemos lo nefasto de algunas actitudes, estaríamos más dispuestos a evitarlas.

¡¡ CUIDAD LAS CUEVAS !!

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Impactos de nuestra presencia en una cavidad

Impactos sobre el medio ambiente subterráneo

Una cavidad es el resultado de un montón de procesos físico-químicos que la van conformando. Nuestra mera presencia altera el equilibrio que hace que la cavidad siga viva.

  1. Las visitas masivas a una cavidad hacen que aumente en ellas tanto la temperatura como el nivel del CO2. Este aumento del nivel de CO2 puede favorecer la corrosión de las rocas carbonatadas, con lo que su deterioro aumenta considerablemente. La subida de la temperatura puede acarrear efectos irreversibles en los procesos de cristalización de algunos minerales. Al subir la temperatura, aumenta la evaporación. Esto supone que el agua ‘se marcha’ de la roca, que al quedar con menores niveles de hidratación, cristaliza.
  2. Abrir accesos artificiales provoca, en cierto modo, algo parecido. Al posibilitar entrada de aire desde el exterior, si ya existe alguna más en la cavidad, se generan corrientes. Estas pueden secar la humedad de la cavidad, por lo que también afecta a los procesos de cristalización y corrosión y altera la formación de precipitados de carbonato cálcico. Además, al secarse la roca, esta pierde el brillo y el color de sus formaciones.
  3. La destrucción y el saqueo de las formaciones, obviamente deteriora de forma irreversible el entorno. Primero, porque elimina la belleza de la cavidad, y segundo, porque afecta sobre manera a su desarrollo si esta es una cavidad viva. Pero además es una estupidez, porque al sacar un trozo de estalactita especialmente bello al exterior, esta pierde su brillo y su color, con lo cual, al final nos llevamos a casa una piedra que no tiene nada que ver con la que queríamos.
  4. Los restos de carburo, también afectan sobremanera la normalidad de la cavidad. El carburo que nosotros utilizamos es el carburo cálcico. Como todos sabemos, en combinación con el agua genera un gas llamado acetileno que es el que combustiona y nos proporciona luz. El resto que nos queda en el carburero es el hidróxido de cal. En principio, el acetileno no es un gas tóxico para el hombre, aunque en cantidades elevadas puede producir somnolencia. Ahora bien, que no sea tóxico para el hombre, no quiere decir que afecte de la misma manera a la fauna de la cavidad, así como la viscosidad de las potas de carburo, como veremos más adelante. El hidróxido de carburo, por su parte, aumenta el ph del agua, lo que afecta a su toxicidad en relación con algunas especies. Y también este aumento de ph influye en los procesos de cristalización y precipitación.

Impactos sobre el agua

  1. El paso de grupos grandes y continuos por arroyos, lagunas y gours, afectan a las características físico-químicas al agitar lodos, arenas y depósitos.
  2. Las pilas abandonadas son un foco grande de contaminación del agua al desprender, principalmente mercurio y cadmio, elementos, ambos, de gran toxicidad.
  3. Como hemos señalado antes, las purgas de carburo aumentan el ph del agua.
  4. Las latas, botellas, plásticos, defecaciones y restos orgánicos (mondas de frutas, etc.), contaminan gravemente las aguas.

Impactos sobre la fauna

  1. La toxicidad de las aguas contaminadas como hemos dicho antes, provocan envenenamientos en los animales cavernícolas.
  2. Hacer fotos con flash a un murciélago, tocarle, espantarle, molestarle de cualquier forma, es condenarlo probablemente a muerte. Los murciélagos, especialmente durante su hibernación, se mantienen de las reservas energéticas producto de su alimentación en periodos de actividad. Obligarle a moverse es hacerle gastar esa energía necesaria para sobrevivir en un momento en el que posiblemente no esté en condiciones de conseguir comida por sí mismo. En periodos de reproducción, también es importante molestarles lo menos posible.
  3. Acabar con algún espécimen cavernícola supone una grave ruptura de la cadena alimentaria, lo que supone una alteración grande en los hábitos de vida de todos los habitantes de la cavidad, llegando a morir de hambre o viéndose obligados a emigrar por falta de alimento.
  4. Decíamos anteriormente que dejar basuras y potas en la cavidad contaminan las aguas. Pero además pueden suponer verdaderas trampas para algunos animales. Por ejemplo, todo material que sea viscoso (una pota de carburo, la salsa de una lata de mejillones…) puede atrapar a muchos insectos, condenándolos a morir ahí.
  5. El incremento (desperdicios, visitas masivas, apertura de pasos artificiales) o disminución (cierre de alguna entrada) de aportes orgánicos favorece a ciertas especies y modifica, en algunas ocasiones fatalmente, el equilibrio del ecosistema subterráneo.

Conductas ecológicas en una cavidad

  • No dejar nunca ningún tipo de residuo en la cavidad. No es complicado añadir al equipo bolsas de plástico en las que cargar con nuestra basura hasta el exterior.
  • Evitar los grupos muy grandes. Además, el recorrido por una cueva siempre será más ilustrativo si se hace con grupos pequeños. Sobre todo porque a la hora de realizar pasos un poco complicados, se tardará mucho menos, con lo que ahorraremos calor y tiempo, y disfrutaremos mucho más de la actividad.
  • Respetar al máximo todos los espeleotemas. Sólo en los casos de exploración, investigación o socorro está justificado romper algo, y en todo caso, siempre habrá que intentar hacer el menor daño posible a la cavidad.
  • No abrir accesos artificiales innecesarios y, si es posible, obstrúyelos al salir.
  • Mantén sin obstruir los accesos naturales de una cavidad.
  • No des la brasa a los murciélagos. Déjalos lo más en paz posible y en periodos de invierno o de cría, procura no acercarte, hacerles fotos etc. Si la cavidad es el refugio de una colonia, no la explores entre los meses de Noviembre y Marzo.
  • Si vas a topografiar, no pintes la cavidad. Puedes utilizar un pintalabios de carmín, que se elimina fácilmente o hitos de piedra. Pero por favor, no dejes un borrón de pintura en la pared.
  • No rompas nada para llevártelo al exterior. Recuerda que fuera de su entorno, la belleza que contiene desaparecerá. Es como un maleficio ¿verdad?. Por eso, lo mejor que puedes hacer para llevarte fuera toda esa belleza es una buena foto. Aprende a hacerlas (visita nuestra página de iniciación a la fotografía subterránea), y verás que consigues mucho mejor lo que quieres.
  • Recuerda que cualquier resto arqueológico o paleontológico que encuentres no es tuyo, sino de todos. Además está castigado por la Ley 16/1985 de patrimonio Histórico.
  • Si ves basura contaminante abandonada por otros, sácala al exterior. Que los demás sean unos cerdos no justifica que nosotros tengamos que serlo. La diferencia entre ellos y nosotros es que nosotros queremos que las cuevas sigan existiendo y que sigan vivas.
  • Cuando se apunte gente nueva a tu club, saca un rato para ponerles al día no sólo de técnicas de progresión, sino también del cuidado y conservación de cavidades.
  • Apúntate a las jornadas de limpieza de cavidades que organice tu federación territorial, o monta al menos una al año en tu club.
  • Si encuentras una cavidad en mal estado (por ejemplo después de una fiesta tal que te sea imposible limpiarla solo a tu grupo), avisa cuanto antes a la Comisión de Conservación de Cavidades de tu Federación Territorial

Sobre las pintadas

Lo mires por donde lo mires, no tiene ningún sentido pintar en una cavidad. Desde luego, el típico grafiti para que los demás recuerden y aborrezcan que tú has estado ahí, está absolutamente de sobra.

Es verdad que algunos pintan señales que ayuden a encontrar un paso o una salida, y que todos nos hemos aprovechado de ello. Pero en definitiva, es preferible que cada cual se guíe por un buen mapa. Si consideras que las indicaciones que aparecen en una guía que estás siguiendo son insuficientes, puedes hacer tus propios comentarios y enviárnoslos. Nosotros nos comprometemos a colocarlos en la web. Y si alguien no sabe cómo avanzar por una cavidad siguiendo un mapa, lo mejor que puede hacer es ir a las Cuevas del Aguila, que tienen visita guiada y así no te pierdes. Si no controlas el medio, es mejor abandonar la expedición.

Además, cuando entramos en una cavidad y avanzamos fiándonos de las pintadas, flechas e indicaciones que otros han hecho antes, podemos encontrarnos con que su recorrido o su intención pueden no coincidir con lo que nosotros buscamos. Hay ocasiones en que las indicaciones confunden más que ayudan. Y ni que decir tiene cuando además lo que ocurre es que hay tantas señalaes que no sabes a cual hacer caso. Al final terminas hecho un lío.

Desde luego, lo mejor que se puede hacer es conseguir un mapa de la cavidad y seguirlo. Si además puedes hacerte con una guía que te vaya comentando el recorrido, posiblemente no tengas demasiados problemas para estar permanentemente orientado.